Las inversiones en los mercados de capitales se realizan principalmente con el fin de generar ganancias que te acerquen a lograr un objetivo a corto o largo plazo. Para que tus acciones tengan mayores posibilidades de generar el rendimiento esperado, es necesario planificarlas correctamente. Conoce los principios que te ayudarán a organizar adecuadamente sus inversiones.

La planificación de tu inversión es un aspecto clave necesario para lograr los resultados deseados en los mercados financieros, ya que te permite definir los objetivos, la estrategia y la dirección de tus inversiones. Sin un plan adecuado, la inversión puede ser caótica y arriesgada, generando posibles pérdidas. Una planificación de inversiones adecuada debe basarse en la preparación de un plan de acción que especifique cómo el inversor pretende asignar sus recursos financieros en varios tipos de activos y los componentes principales de dicho plan deben ser:

  • Definición de objetivos de inversión
  • Determinando el horizonte temporal
  • Evaluación del perfil de riesgo
  • Elegir una estrategia de inversión
  • Supervisión y adaptación
Objetivo de la inversión

El objetivo de la inversión es el primer paso en la planificación de inversiones y es un elemento clave que les da dirección. Debe ser un resultado específico y mensurable que el inversor quiera lograr invirtiendo sus recursos financieros. Los objetivos de inversión pueden adoptar diversas formas y normalmente se dividen en corto y largo plazo e incluyen, por ejemplo: beneficios a largo plazo, jubilación, educación de los hijos, compra de bienes inmuebles o viajes.
Determinar los objetivos de tu inversión requiere reflexión y análisis de tu vida y situación financiera. Puede ser importante hablar con un asesor financiero que pueda ayudarte a definir objetivos realistas y estrategias de inversión adecuadas, teniendo en cuenta sus circunstancias individuales.

Horizonte temporal

El horizonte temporal es el período específico durante el que un inversor planea alcanzar sus objetivos de inversión. Suele ser a corto o largo plazo, según la naturaleza de los objetivos de inversión y las preferencias individuales. La determinación del horizonte temporal influye en la elección de una estrategia de inversión específica. Las inversiones con un horizonte temporal corto suelen implicar la selección de activos caracterizados por una mayor volatilidad, de modo que puedan alcanzar la tasa de rendimiento esperada en un período relativamente corto. Sin embargo, las inversiones a largo plazo le permiten elegir instrumentos relativamente más estables, caracterizados por una menor volatilidad de los precios, pero también un crecimiento del valor relativamente estable a largo plazo.
También conviene recordar que el horizonte temporal de inversión debe adaptarse a tus objetivos. Por ejemplo, las inversiones relacionadas con la jubilación suelen tener un horizonte temporal más largo, mientras que las inversiones para un viaje de vacaciones tendrán uno más corto.

Perfil de riesgo

El perfil de riesgo es una escala individual que determina qué riesgo de inversión estamos dispuestos a aceptar al invertir en los mercados financieros y definirlo nos ayuda a adaptar las estrategias de inversión a nuestras preferencias. Determinar tu perfil de riesgo requiere prudencia y autorreflexión, así como una actualización periódica en función de posibles cambios en tu vida y situación financiera.

Podemos distinguir tres perfiles de riesgo principales:

  • Conservador: Implica invertir capital en los instrumentos financieros más estables, como bonos o letras del tesoro. Este estilo es apropiado para personas que prefieren un riesgo bajo y esperan tasas de rendimiento más bajas.
  • Moderado: los inversores de este grupo toleran un riesgo medio a cambio de la posibilidad de obtener rendimientos relativamente mejores. Se centran en crear carteras equilibradas, combinando, por ejemplo, acciones y bonos.
  • Agresivo: Los inversores de este grupo están dispuestos a aceptar un alto riesgo a cambio de rendimientos potencialmente elevados.
Estrategia de inversión

Una estrategia de inversión es un plan de acción que especifica qué activos de inversión se seleccionarán y cómo se gestionarán para lograr objetivos de inversión específicos. Debe adaptarse cuidadosamente a los objetivos asumidos, el horizonte temporal, el perfil de riesgo, las preferencias individuales y la experiencia del inversor.

A continuación se muestran ejemplos de estrategias de inversión utilizadas en los mercados financieros:

  • “Buy and hold”: un inversor que elige esta estrategia se centra en seleccionar, por ejemplo, acciones que cree que tienen posibilidades de crecimiento relativamente alto, generalmente a largo plazo. La cartera creada de esta manera normalmente no cambia durante el período de inversión supuesto.
  • Estrategia de sincronización del mercado: Implica intentar predecir el comportamiento del mercado y la dirección en la que se moverá en un futuro relativamente cercano. Cuando se utiliza esta estrategia, la cartera incluye varios instrumentos financieros, como acciones o CFDs, y su composición cambia frecuentemente con el cambiante entorno del mercado.
  • Especulación: Esta es una de las técnicas de inversión más populares en los mercados financieros. Implica pronosticar cambios en los precios de los activos en un período determinado, y se pueden lograr posibles ganancias tanto en caso de un aumento en el valor del instrumento como de su disminución (las llamadas ventas en corto). A veces, los instrumentos elegidos por los especuladores también son apalancados, donde el poder adquisitivo del capital invertido se multiplica por la cantidad de apalancamiento financiero. Sin embargo, estas operaciones están asociadas a un alto nivel de riesgo, que puede generar tanto ganancias como pérdidas importantes.
  • Inversión de valor: Consiste en seleccionar acciones de empresas con una posición consolidada en el mercado que están infravaloradas en relación a su valor intrínseco. Los inversores que utilizan esta estrategia buscan acciones que tengan un alto potencial de crecimiento a largo plazo.
Supervisión y adaptación

Los mercados financieros cambian constantemente. Las condiciones económicas, la situación financiera de las empresas y los tipos de interés son aspectos cuyo cambio puede afectar significativamente a sus inversiones. Un seguimiento adecuado le permitirá ajustar su estrategia en respuesta a estos cambios y su identificación temprana ayudará a minimizar el nivel de riesgo.
El análisis periódico de la cartera de inversiones y la evaluación de los resultados en relación con los objetivos asumidos es fundamental para alcanzarlos. Si, con el tiempo, descubre que su cartera está sobreexpuesta a ciertos activos o sectores, es posible que necesite re-equilibrarla, lo que implica ajustar la asignación de activos en su cartera para seguir siendo consistente con su plan de inversión.
La supervisión y adaptación del plan establecido requiere disciplina por parte del inversor. También debe recordar evitar reacciones impulsivas ante los cambios del mercado a corto plazo y ceñirse a su plan a largo plazo. Vale recordar que este proceso debe continuar durante todo el período de inversión.