Uno de los instrumentos financieros más populares, aunque también arriesgados, cuyas especificaciones atraen a inversores de todo el mundo. Descubre cómo funcionan los Contratos por Diferencias.

Los Contratos por Diferencias (CFDs) son populares instrumentos financieros que permiten a los inversores obtener beneficios de las diferencias de las tarifas de cambios de diversos tipos de activos, como las acciones, índices, divisas, materias primas o criptomonedas (los llamados activos subyacentes). Los CFDs permiten a los inversores acceder a los mercados y activos que de otra manera serían difíciles de acceder o estarían disponibles únicamente a un cierto grupo de inversores, ya que permite la inversión sin poseer el activo concreto, algo que reduce los costes de obtención o exposición del activo, es decir, costes como el transporte o almacenamiento de ciertos activos, como es el caso de las materias primas.
A la hora de invertir en CFDs, el inversor no compra un activo de verdad, pero cierra un acuerdo (contrato) con un broker por la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de ese activo subyacente. Si el inversor cree que el precio del activo subirá, puede establecer una posición de “compra”. Si el precio sube, el inversor resulta ganador de la transacción. Si el inversor cree que el precio bajará,  puede establecer una posición de “venta” y beneficiarse de la caída en los precios.
Sin embargo, debemos recordar que los CFDs son instrumentos de alto riesgo, e invertir en ellos requiere realizar un análisis exhaustivo del mercado y conocimiento de los riesgos. Es por eso que es tan importante comprender cómo funcionan los CFDs y qué riesgos conllevan.

Siguiendo los comentarios de la Autoridad Europea de Valores y mercados (ESMA en inglés) respecto al acusado incremente en el número de CFDs que se invierten en la Unión Europea, así como el nivel de pérdidas en la inversión de estos contratos, ESMA emitió una decisión en 2018, en la que requería a todos los proveedores de CFDs en la Unión Europea que comunicaran el nivel de pérdidas registradas en las cuentas de clientes minoristas, actualizado de manera trimestral.
Algunos resultados de clientes minoristas que invierten en CFDs en algunos países de la Unión Europea:

  • Polonia: Alrededor del 79% de los inversores informaron de pérdidas en 2016 y 2017, con una media per cápita de 10.060 zlotys polacos en 2016 (unos 2103 euros) y 12.156 zlotys polacos en 2017 (unos 2542,18 euros).
  • Francia: Más del 89% de los inversores en total perdieron dinero entre 2009 y 2013, con una media de pérdidas de 10.887 EUR.
  • Portugal: Las pérdidas totales de los inversores sumaron 66.8 millones de euros en 2016, y 47.7 millones de euros en 2017.
Apalancamiento financiero

Un aspecto importante que diferencia a los CFDs del resto de instrumentos es la posibilidad de invertir con apalancamiento financiero. Esta es una funcionalidad que permite al inversor entrar en transacciones que exceden las cantidades que tienen en realidad en su capital. Esto puede incrementar potencialmente la rentabilidad de ciertos instrumentos, pero también puede incrementar las pérdidas si una inversión no funciona como se espera. Es importante que los inversores consideren cuidadosamente los potenciales riesgos y beneficios del uso del apalancamiento financiero en sus decisiones financieras.

Ejemplo:
Un inversor quiere invertir en oro por valor de 20.000 EUR. El apalancamiento financiero de este activo es de 1:20 (5%), lo que significa que tan solo debe aportar el 5% del valor de la inversión para abrirla, lo que en este caso serían 1.000 EUR. Esto implica que el inversor ha introducido una transacción por valor de 20.000 EUR, pero habiendo aportado únicamente el equivalente a 1.000 EUR.
Si el precio del CFD del oro sube, proporcionando al inversor un beneficio de 200 EUR, esto corresponderá con un ratio de beneficio del 20% de la cantidad invertida de 1000 EUR. Sin el apalancamiento 1:20, el inversor hubiera necesitado 20.000 EUR en la cuenta, y el mismo beneficio potencial de 200 EUR hubiera obtenido tan solo un beneficio del 1%. Gracias al apalancamiento, los tipos de beneficios sobre las inversiones pueden ser mayores con una contribución pequeña del inversor. Sin embargo, es un arma de doble filo. En caso de caída en el precio del oro y el resultado de la transacción fuera de -200 EUR, el inversor pierde un 20% de los 1.000 EUR, y le quedarían únicamente 800 EUR.

Depósito de seguridad

El depósito de seguridad, a menudo llamado margen, es la cantidad que un inversor necesita depositar para abrir una inversión en CFDs. Está directamente relacionado con el uso del apalancamiento. Se trata de un porcentaje del valor de cierto contrato que un inversor debe depositar para obtener exposición a una transacción de mayor valor, donde la diferencia entre el depósito de seguridad y el valor de la transacción lo cubre el broker. En caso de que un inversor pierda en sus inversiones, el broker puede deducir la cantidad correspondiente de las pérdidas del margen.
El tamaño del margen depende del tamaño de la posición y el riesgo asociado con cierto activo. Por ejemplo, para activos más arriesgados, como las criptomonedas, los requisitos de margen pueden ser mayores que para activos menos arriesgados, como las acciones.

Órdenes de cierre (Stop Loss)

Las órdenes de cierre, también conocidas como Stop Loss, deben ser una parte importante de la estrategia de inversión. Se utilizan para proteger el capital del inversor y minimizar el riesgo de perder una gran cantidad de dinero.
Las órdenes de Stop Loss cierran automáticamente una posición abierta cuando el precio del activo alcanza un nivel predeterminado. Lo establece el propio inversor, y se puede modificar dependiendo de la situación del mercado.
Gracias a las órdenes de cierre, el inversor puede limitar las pérdidas si el precio de cierto activo no se mueve como esperábamos. Estas órdenes son especialmente importantes en los mercados que se caracterizan por una alta volatilidad e incertidumbre, como pueden ser los mercados de las Divisas y las Materias Primas.
Hay que tener en cuenta que las órdenes de cierre no son una garantía de no tener pérdidas, ya que únicamente se pueden ejecutar a un precio inferior al del precio de apertura de la transacción.

Hay órdenes similares a la de Stop Loss, como son las de Take Profit, que cierra una posición abierta cuando el precio alcanza un nivel de beneficio predeterminado por el inversor. Gracias a esta orden, no hace falta comprobar de manera constante las cotizaciones, y también ayuda a la hora de atenerse a una estrategia de inversión adoptada con anterioridad; a la vez que evita el mantenimiento de posiciones abiertas en exceso debido a la avaricia (puedes leer más sobre las emociones que acompañan a los inversores y cómo lidiar con ellas aquí).

En resumen, los CFDs son instrumentos financieros que permiten a los inversores obtener beneficios en caso de cambios en el precio de ciertos instrumentos financieros, sin tener que ser los dueños. Un elemento importante de inversión en CFDs son las órdenes de cierre, que permiten a los inversores limitar las potenciales pérdidas, así como el apalancamiento financiero, que puede multiplicar potencialmente los beneficios o pérdidas. 

Siempre debemos tener presente que los CFDs son más arriesgados que otros tipos de activos, por lo que antes de invertir tus fondos en ellos, es necesario comprender su funcionamiento y los riesgos que conllevan.